Tras el incendio de julio de 2019, Iberspa acaba de inaugurar sus nuevas instalaciones, ¿se han hecho largos estos casi tres años de espera?

No, largos no. Han sido años intensos, muy intensos, pero no largos. Justo el día después de la catástrofe, el equipo directivo se reunió y ya diseñó un buen plan de actuación, ambicioso pero conservador. Gracias a este plan, la realidad siempre superó las expectativas y, mes a mes, íbamos alcanzando pequeños objetivos. Cada detalle era una gran victoria para nosotros. Teníamos que reconstruir la empresa desde cero, pero sabíamos el camino. Y todo el equipo de Iberspa ha estado implicado desde el primer momento. Por eso hemos podido reconstruir esta gran empresa.

¿Dónde se ha trabajado hasta la nueva planta?

Por la tipología de nuestra empresa, que necesita de suficiente espacio para la producción de spas, al principio iniciamos nuestra fabricación de spas desde Castellón, en la empresa Baños Diez, que nos dejó sus instalaciones y maquinaria para poder seguir fabricando.

El equipo de oficinas estaba repartido en dos instalaciones. Un equipo trabajaba en Sant Quirze del Vallés, en Barcelona, que es donde tenemos una parte de las instalaciones de Iberspa. Y la otra parte del equipo estaba ubicado en unas oficinas que nos facilitó el Ayuntamiento de Cervera.

En septiembre de 2019 se alquiló una nave en Cervera muy cerca de nuestra sede, la cual se habilitó para poner en funcionamiento la nueva planta productiva y oficinas Iberspa y tener todo el equipo en un mismo lugar. En agosto de 2021 la nueva planta productiva Iberspa ya estaba fabricada, así que el equipo de producción se trasladó allí mientras que el de oficinas lo hizo en enero de 2022.

La verdad es que hemos pasado por distintas fases, pero en enero de 2020, si tomamos como fecha comparativa el día del incendio -1 de julio de 2019-, ya teníamos la capacidad de suministrar el 80% de nuestra cartera de producto. Ha sido todo un éxito.

¿Y cómo es esta nueva sede?

Con una inversión de unos 10,6 millones de euros, la nueva sede tiene un total de 9.500 m2, 8.000 m2 de producción y 1.500 m2 de oficinas y showroom. Tras el incendio, analizamos muy bien cómo queríamos que fueran estas nuevas instalaciones. Teníamos la gran suerte de saber qué teníamos que hacer y qué no, la experiencia lo ha sido todo en esta reconstrucción.

En cuanto a la fábrica, hemos dado un salto cuantitativo en capacidad productiva. Hemos preparado la planta para producir 10.000 spas al año. Y hemos potenciando más la línea de swimspas, que consideramos una alternativa a la piscina clásica, porque no solo permite bañarse y relajarse sino también realizar ejercicio físico en el agua. Además de esta nueva línea exclusiva para la creación de swimspas, en la nueva fábrica también hemos potenciado la gestión de riesgos, separando la parte química del resto de la cadena de fabricación.

Además, hemos realizado una fuerte inversión de I+D, en nueva maquinaria e incorporado nuevas tecnologías, como nuevos robots de corte que realizan piezas cada 25 minutos, una zona de poliuretano con resinas de 0 emisiones, etc.

Y en cuanto a las oficinas, hablamos de un espacio más diáfano, abierto y transparente, que invita al trabajo en equipo y a la comunicación. Así mismo, la nueva sede incluye un laboratorio y un gran showroom.

¿Y cómo cambia la gestión empresarial en un caso de crisis como este?

Es una gestión que cambia día a día. Empezar de cero no solo nos ha permitido reconstruir la fábrica y las oficinas mejorando todo el conocimiento que teníamos, sino también poner orden y priorizar, renunciando a muchas cosas para simplificar el modelo de negocio, pero a la vez hacerlo más atractivo. Esta optimización también nos ha permitido enfocarnos en una nueva estrategia de crecimiento. Antes del incendio, por ejemplo, teníamos un catálogo de 50 modelos de spas y swimspas, que ahora hemos reducido. La calidad, el diseño y la innovación son los principales valores en nuestra cartera de productos.

¿El incendio afectó a la facturación de la empresa?

Lógicamente, en un principio sí, porque te quedas sin producir y, por tanto, sin suministrar, ni facturar. Pero teniendo en cuenta que en septiembre de 2019 ya suministramos los primeros productos y en enero de 2020 ya cubríamos el 80% de los pedidos, la afectación fue mínima. Por citar números, en 2018 veníamos de una facturación de 11,5 millones de euros. Y la facturación de 2019 fue de 8,7 millones. A partir de ahí, como el resto del sector de la piscina y spa, la crisis de la covid no nos ha perjudicado, sino todo lo contrario. Cerramos 2020 con una facturación de 12,7 millones de euros, 2021 con 19,12 millones y esperamos cerrar 2022 con una facturación entre 24 y 27 millones de euros. Eso quiere decir que llevamos dos años de crecimiento alrededor del 40%, que es mucho.

Antes de hablar de vuestros spas, ¿cómo afectó el incendio a la plantilla?

Afortunadamente no hubo que lamentar ningún daño personal a pesar de que los daños materiales y de instalaciones han sido cuantiosos. La empresa cumplía con todas las medidas de prevención obligatorias y siguió en todo momento el plan de seguridad establecidos. En el momento del incendio éramos 73 personas directas y eventuales que, a medida que fuimos recuperando la producción, se fueron incorporando. Durante el mes de septiembre todo el equipo de Iberspa ya estaba trabajando, por lo que en tan solo dos meses y medio teníamos todo el equipo trabajando. Actualmente, la compañía la forma un equipo de 130 trabajadores.

¿Cómo es vuestro modelo de negocio actual?

En Iberspa diseñamos y fabricamos spas y swimspas, con marca propia, con el nombre Aquavia Spa y para otras marcas, como por ejemplo Astralpool, trabajando varias gamas en cada una de ellas.

Aquavia, por ejemplo, incluye 6 gamas de productos: Exclusive Spa, que son spas de élite, exclusivos en diseño y prestaciones; Premium Spa, que son modelos equipados y con los mejores acabados; Aqualife Spa, una solución práctica y funcional; Built-in Spa, que son spas empotrados y con equipo de filtración externo; Profesional, para uso público o comercial, para negocios o establecimientos wellness, y finalmente la colección de swimspas.

Exportamos el 85% de nuestra fabricación, estando presente en más de 70 países. Trabajamos mucho en el sur y centro de Europa, siendo nuestros principales mercados Francia, España, Alemania, Italia, Bélgica y Holanda.

¿Y qué los diferencia de otros fabricantes?

Para empezar, investigamos y trabajamos para ofrecer un diseño europeo vanguardista, con diferentes materiales, que permita desmarcarnos de la competencia y apostar por la diferenciación.

Consideramos el spa como un concepto que va unido al entorno, es un espacio donde compartir sensaciones, por lo que no solo trabajamos la parte hidráulica, sino que queremos buscar un valor añadido. Por ejemplo, hemos creado spas con líneas diferentes, incorporado muebles blandos a su alrededor, trabajamos la ergonomía interior, huimos del diseño recargado de jets y apostamos por dar sentido al masaje… En definitiva, queremos cuidar toda la experiencia del baño y ser creadores de sensaciones.

Y por último, ¿cuáles son los siguientes pasos de Iberspa?

A nivel de mercado, ser líderes en diseño y crecer a través del posicionamiento de marca. Además, nos gustaría desarrollar una red de partners y clientes en países donde no tenemos presencia. En cuanto a producto, queremos potenciar y promocionar la venta de las piscinas compactas, pues vemos un claro mercado potencial en él. Y por último, a nivel interno, queremos innovar en materiales más ecológicos, eficiencia productiva y sostenibilidad, pues somos una empresa comprometida con el medio ambiente y que cuidamos el planeta para un futuro mejor.

Para más información:

Iberspa
Polígono Industrial. Av. Pla d’Urgell, 2-8
25200 Cervera (Lleida)
Tel.: 973 533 795
iberspa@iberspa.com
www.iberspa.com