Ante la creación de una nueva área de juego infantil o espacio de uso público de ocio y entrenamiento, son muchos los profesionales que intervienen en el proceso de decisión, pero no todos son conocedores de todas la variables que influyen en el resultado y la calidad del parque final, desde el punto de vista de sus usuarios. Atendiendo a esas necesidades, desde el Comité Técnico de Buenas Prácticas de Afamour, asociación que integra a fabricantes, proyectistas, diseñadores, consultores, instaladores y certificadores de seguridad de áreas de ocio, se ha elaborado esta guía de 12 recomendaciones o mejores prácticas en el proceso de creación de un área de juego infantil o entrenamiento.

El objetivo de este documento es ayudar a los responsables del diseño y desarrollo de los nuevos espacios a tener en cuenta los criterios de decisión adecuados para que el área de juegos o deportiva adquirida e instalada al final del proceso:

• Maximice la satisfacción de todos los ciudadanos usuarios y cumpla su función original.
• Priorice el interés de los niños y su derecho al juego: seguridad, actividad física, desarrollo y diversión.
• Suponga una inversión eficiente, segura y sostenible: por la durabilidad, origen y uso de los recursos en el tiempo.

Esta docena de recomendaciones corresponden a los siguientes capítulos: ubicación y entorno, accesibilidad, confortabilidad, elementos, pavimentos de seguridad, el valor del parque, materiales, normativas de aplicación, instalación, mantenimiento, procedimientos de contratación y facturación (Figura 1). En su conjunto, contemplan aspectos cualitativos, medioambientales, sociales, normativos, de seguridad y económicos, para conseguir una zona de ocio adecuada a su objetivo original y que cubra las necesidades según las expectativas, con la mejor relación calidad-precio.

Cabe señalar que estas recomendaciones se alinean con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promoviendo espacios de calidad, verdes, accesibles e inclusivos. Las asociaciones autoras, Afamour y AEPJP, fomentan y promueven las inversiones públicas eficientes en espacios que faciliten el juego, la actividad física y el deporte al aire libre, favoreciendo la salud y el bienestar de las familias. Como ejemplo, citan el ODS 11 Ciudades y Comunidades Sostenibles, que establece que es necesario proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para los niños y sus acompañantes, las personas de edad avanzada y personas con discapacidad.

Ubicación y entorno

Se recomienda crear parques infantiles y áreas de entrenamiento con espacio suficiente que permitan el movimiento, la actividad física y múltiples actividades lúdicas, además de ubicarse en un entorno saludable y de fácil acceso. Al escoger la zona, es recomendable priorizar la presencia de la naturaleza, zonas verdes y arboladas. La vegetación aporta color, humedad, sombra y barreras naturales. Al escoger la ubicación, también hay tener en cuenta los usos presentes y futuros del espacio.

Accesibilidad e inclusión de todos los usuarios

El objetivo es crear espacios de ocio que no excluyan a nadie. Favorecer que todos los usuarios puedan disfrutar del juego y de la zona en compañía de sus congéneres y familias, sin segregar a nadie según sus capacidades. Las zonas de ocio y de entrenamiento deben pensarse para todos los ciudadanos. Diseñando un área de juego infantil o zona de entrenamiento inclusiva, se debe facilitar el acceso, la estancia y el disfrute del espacio a todos los usuarios, con sus múltiples capacidades. La accesibilidad a la zona de juegos debe tener en cuenta la facilidad de acceso, la señalización adecuada y los pavimentos transitables. Y, por supuesto, elementos de juego para todos, con los que desarrollar habilidades físicas, pero también sociales, cognitivas, emocionales y creativas.

Claves de éxito

La confortabilidad, tanto de un parque infantil como de una área de entrenamiento es vital. Asientos, sombras, iluminación, juegos atractivos y suficientes, buen estado de mantenimiento, instrucciones de uso, calidad del diseño y de los materiales o fuentes de agua potable próximas, son solo algunos ejemplos que mejorarán el éxito de la zona de ocio.

Selección de los elementos de juego

Se recomienda tener en cuenta las necesidades específicas, las habilidades y preferencias de las distintas franjas de edad, con elementos de juego con medidas, riesgo y retos adecuados, y distribuidos en espacios compartidos y con visibilidad entre los mismos, pero diferenciados y señalizados. Ya se ha comentado que la zona debe ofrecer actividades lúdicas variadas y dinámicas que promuevan la actividad física, pero también la socialización, desarrollen la imaginación y estimulen la creatividad, e incluso juegos para que la zona ofrezca retos para medirse y superarse.

Existen otros más específicos, como los skate parks, city parkour, pump track, que son adecuados cuando lo solicitan los colectivos que practican estos deportes en ese lugar (Figura 2). En cuanto a las zonas de agua sin profundidad o splashparks, se recomienda una profundidad 0 al ser más accesible e inclusiva para todos los usuarios, además de cumplir con las normativas específicas de elementos de ocio en piscinas. También es necesario asegurarse de que el sistema de calidad del agua está perfectamente diseñado para la zona seleccionada. Este debe recircular al menos un 93% del agua utilizada para la instalación, filtrando y limpiando la misma.

Y, por supuesto, es recomendable elegir fabricantes o marcas de garantía, que conozcan la normativa aplicable a las zonas de ocio infantil y de entrenamiento, y no basarse solo en criterios estéticos, apostar por productos certificados, y evitar comprar elementos de juego de fabricantes sin la solvencia técnica necesaria, guiándose tan solo por su bajo precio.

Pavimentos de seguridad

La actividad física que tiene lugar en una zona de juegos infantiles conlleva cierto riesgo de caídas, como cuando se corre. Calcular y asumir ciertos riesgos, forma parte del crecimiento y del aprendizaje necesario en las etapas infantiles. Se acondicionan pavimentos de seguridad de los parques Infantiles para que no sean tan duros y puedan amortiguar en parte, los efectos del posible golpe accidental. Puede escogerse un pavimento sintético como el caucho continuo o las losetas, césped artificial (considerados accesibles) o bien natural, como la arena, grava sin canto, garbancillo, corteza de árbol, etc. El marco normativo europeo que lo regula, la norma UNE EN 1176, admite ambas opciones, siempre que los espesores de la capa y su capacidad de amortiguación, sean los adecuados y suficientes (Figura 3).

Valor del parque

El valor de una zona de juegos o de entrenamiento es proporcional a su calidad, durabilidad y éxito, y en el proceso de creación de un parque hay varios criterios que merece la pena considerar, más allá de los económicos, en interés de todos los usuarios. La seguridad, los materiales, el diseño, la durabilidad, el mantenimiento son solo algunos conceptos a tener en cuenta. Por ello, es recomendable solicitar a fabricantes y proveedores profesionales del sector sus tarifas de precios actualizadas de producto y montaje; realizar un análisis coste-beneficio, incorporando en el precio el valor de la propuesta; y pensar en el medio y largo plazo de la inversión, más allá de su retorno inmediato. La elección de los pavimentos y la obra necesaria para adecuar la zona condicionará el presupuesto total. La calidad y selección de juegos de la zona infantil determinará el éxito final del parque y su uso.

Materiales, garantía y medio ambiente

Elegir el material adecuado para cada área de juego es la clave para alargar al máximo la vida útil del área de juegos o deportiva. Postes de acero galvanizado, de madera tratada o natural pero de alta resistencia (como la robinia), o de aluminio. Paneles de espesor suficiente y color estable, de HDPE, HPL, madera o plástico roto-moldeado. Toboganes de plástico roto-moldeado, acero inoxidable o composite. Cuerdas con alma acero. Hay que tener presente en la elección del producto y calidades factores como: la exposición solar directa, la cercanía del área de juego al agua clorada o salada, la humedad del entorno y del terreno, el vandalismo, la intensidad de uso y los costes anuales de mantenimiento. También es conocer el impacto ambiental que genera el producto escogido y su material durante su fabricación, así como el periodo de garantía que ofrece el fabricante.

Normativas de aplicación

El marco normativo en la creación de un parque infantil es variado. Por ejemplo, los parques infantiles cuentan con las normas de la serie UNE EN 1176 y UNE EN 1177. Los elementos deportivos de acceso libre (sin norma específica, por ejemplo pistas multideporte, canastas, porterías, tenis de mesa, etc.) se basan en la norma UNE EN 15312. Y los elementos de entrenamiento de acceso libre (biosaludables, para mayores…) se basan en la norma UNE EN 16630. Además, el Real Decreto 1801:2003 de Seguridad General de los productos señala que “cualquier producto que se encuentre en uso debe cumplir la normativa de seguridad que le aplique y se deben realizar las evaluaciones necesarias para garantizarlo”. Otros elementos a tener en cuenta son: el certificado de producto fabricado de acuerdo con las normativas vigentes (EN 1176 para juegos infantiles y EN 16630 para área de entrenamiento físico), el certificado de inspección de área ejecutada de acuerdo con las normativas vigentes (las anteriores más EN 1177 para pavimentos de seguridad, materiales de amortiguación); otras acreditaciones y certificados; y los carteles y placas identificativas necesarios para la señalización de las áreas de juego o en las áreas de entrenamiento y de fitness.

Instalación de los elementos de juego y deportivos

Un producto certificado según normativa puede perder su seguridad y garantía por no instalarse debidamente. Una correcta instalación va mucho mas allá del montaje de los equipos. Los instaladores deben conocer el producto, la normativa de aplicación, las áreas de seguridad y el comportamiento de los materiales a largo plazo, así como las cimentaciones y anclajes adecuados. El fabricante deberá disponer, antes de la instalación, de los planos de cimentación, de manuales de instalación y de ensamblaje que sean fácilmente comprensibles y que permitan la correcta instalación por parte de un tercero. El instalador deberá seguir las instrucciones del fabricante con precisión, ya que los elementos de juego podrían perder la garantía.

Mantenimiento del área de juegos o entrenamiento

Aunque las instalaciones, en el momento de la apertura, estén en perfecto estado, el uso constante e intensivo del área de juegos o de entrenamiento, las condiciones climáticas y el vandalismo conllevan un desgaste que se trata de compensar mediante un mantenimiento preventivo y correctivo, y poder disfrutar muchos años de unas instalaciones seguras.Las ventajas del mantenimiento son: una mayor seguridad evita accidentes, por lo que aumenta el éxito del parque; conservación de la homologación y certificación de los juegos y del área; reducción de costes (por la reducción de reparaciones graves y pronta sustitución de las instalaciones); y prolongación de la vida útil, pues un parque bien cuidado no se vandaliza. El mantenimiento debe incluir: inspección ocular de rutina (cada 1-15 días); inspección funcional (cada 1-3 meses) e inspección principal (1 o 2 veces al año). Y debe ser tanto rutinario/preventivo como correctivo.

Procedimientos de contratación de la administración pública

La contratación puede darse por contrato menor o por procedimiento ordinario, según el importe máximo del contrato o de la licitación, ya sea de suministro o de obra (Figura 4).

Facturación y pago

En este caso hay que tener en cuenta la nueva Ley de Contratación Pública y Morosidad, en el que el plazo de pago está limitado a 30 días naturales y nunca superar los 60 días, si bien hay excepcionalidades hasta 90 días. Otro dato a tener en cuenta es que desde 2015 todas las facturas presentadas a la administración pública deben ser electrónicas.

Conclusión

Los niños y niñas necesitan espacios de recreo donde poder socializar con otros, divertirse y dejar volar su imaginación. Los gestores de estos espacios deben tener en cuenta a los más pequeños, pero también a los mayores que hacen uso de los aparatos de deporte, poniendo en el centro del desarrollo a todos los usuarios. Por ello, este documento es una oportunidad para impulsar espacios infantiles donde se priorice a los niños y su derecho al juego seguro, eficiente, sostenible y accesible. Además de que satisfagan a todos los ciudadanos, situando a los usuarios en el centro del diseño.

El documento no solo se dirige a los profesionales técnicos encargados de la creación de un parque infantil o área de entrenamiento, sino que también sirve de guía para todos los técnicos y gestores municipales o de instituciones para conocer y contemplar las diferentes series de condicionantes de esas zonas de ocio, desde el equipamiento hasta la gestión, con la seguridad y la accesibilidad y los elementos pedagógicos como piedras angulares, sin olvidarse de la transversalidad que ofrece el juego. En palabras de Miren Jiménez, presidenta de Afamour: “Esta guía nos ayudará a lograr el objetivo de crear unas zonas de ocio de valor, constituidas como un servicio para la ciudadanía y que no pierdan de vista el derecho del niño al juego, valores que nos unen a todos”.

Para más información:

Afamour
C/ Príncipe de Vergara, 74, 5º
28006 Madrid
Tel.: 915 625 590
www.afamour.com
Descargar guía en www.afamour.com/guia-de-buenas-practicas