Cómo afrontar la sostenibilidad en las piscinas

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Por: Ignacio Sánchez Socías, Aseppi, Edicar Plásticos – Cefil Pool

La sostenibilidad es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social. En el caso del sector de la piscina, este concepto se enmarca en optimizar en todo momento las fases que definen cualquier proyecto (diseño, construcción -o rehabilitación- y mantenimiento) como acción de responsabilidad con la sociedad, con el medio ambiente y económica. Y, sobre todo, optimizar el consumo de la piscina en sus tres campos fundamentales: agua, energía y producto químico. Este artículo se centra en las novedades tecnológicas y de equipamiento para afrontar los retos de la sostenibilidad, el ahorro de agua y la creciente factura energética. Recomendaciones y pequeños o grandes cambios para garantizar el bienestar y seguridad tanto del usuario como del planeta.

Los tres principales consumos que se producen en una piscina, más allá de los costes iniciales de materiales para la construcción, o para sus posteriores reformas o rehabilitaciones, y los costes de los equipos y productos para su equipamiento o mejora, son el consumo de agua, el consumo de energía y el consumo de productos químicos. Hoy en día, los avances tecnológicos desarrollados por la industria de la piscina permiten actuar sobre estos tres aspectos para disfrutar de una piscina más funcional y sostenible. Muchas de ellas ya conocidas y aplicadas, conviene siempre recordar aquellas tecnologías y soluciones que optimizan esos consumos.

Optimizar el consumo de agua

Para la optimización del consumo de agua de una piscina se proponen las siguientes soluciones:

  • Cubrir la piscina. La evolución en el mundo de las cubiertas y los cobertores es un avance en confort y ahorro. Hay que tener en cuenta que el ahorro por evaporación de agua puede alcanzar hasta el 90%.
  • No vaciar la piscina y realizar una hibernación correcta. Vaciar la piscina sigue siendo culturalmente un tabú que el sector de la piscina debe cambiar. Aunque se ha avanzado mucho en este aspecto, conviene insistir en que no es necesario vaciar la piscina después de la temporada de baño (solamente en casos de necesidad para reparar las posibles grietas y desperfectos), sino que es mejor prepararla para una correcta hibernación. Disminuir el nivel del agua, mantener la depuración, utilizar los productos necesarios para evitar que el agua se descomponga y utilizar una cubierta o cobertor para que la piscina sea segura y se ahorre en energía, son algunos de los pasos para esa correcta hibernación.
  • Evitar las fugas de agua. Es necesario controlar las fugas en todos el sistema: vaso, tuberías, válvulas, etc. En este caso, la instalación de sistemas seguros que garanticen la estanqueidad y que sean durables en el tiempo, como por ejemplo la lámina armada, es una solución a tener en cuenta.
  • No sobrellenar la piscina para evitar desbordamientos. A ello ayuda la instalación de sistemas automáticos de control de llenado.
  • Utilizar limpiafondos eléctricos, que no consumen agua. En ellos no es necesario realizar lavados periódicos, tal y como sí ocurre con los limpiafondos manuales o hidráulicos.
  • Elegir un sistema de tratamiento eficaz para mantener el agua limpia. En el mercado existen varios tipos de tratamiento y equipos para la depuración y desinfección del agua (electrólisis salina, tipos de filtros con distintos materiales filtrantes…). Eso sí, siempre mantener los niveles químicos adecuados.

Solo cubrir la piscina supone un ahorro por evaporación de agua que puede alcanzar el 90%, además de las garantías de seguridad que proporciona la instalación de una cubierta

Optimizar el consumo de energía

Para la optimización del consumo de energía de una piscina se proponen las siguientes soluciones:

  • Filtración nocturna, en horas de menor exposición al sol o de menor consumo eléctrico.
  • Utilizar bombas de velocidad variable. Las bombas de velocidad variable están equipadas con un motor magnético permanente y pueden operar en una amplia variedad de velocidades con el fin de adaptarse a las necesidades específicas de la piscina. Al reducir la velocidad de la bomba, disminuirá considerablemente el consumo de energía. Incluso cuando se amplía el tiempo de filtración, la potencia necesaria para hacer funcionar el sistema es mucho menor. Cuando la piscina está equipada con un sistema de climatización que requiere que la bomba de la piscina esté en funcionamiento 24/7 hasta que se alcanza la temperatura deseada, la opción de velocidad baja es ideal para el ahorro de electricidad. Si se decide por una bomba de velocidad variable se puede ahorrar hasta un 90% de energía.
    Al girar más lentamente, la bomba de velocidad variable es además mucho más silenciosa en comparación con la bomba tradicional. Esta ventaja resulta aún más importante si la bomba está instalada cerca de una vivienda.
    La circulación lenta del agua en el filtro también mejora la calidad de la filtración, ya que es más probable que los elementos contaminantes queden atrapados en el filtro, tardando más tiempo en quedar obstruido, lo que significa que puede esperar más tiempo entre contralavados, además de limitar el uso de productos químicos. Debido al poco uso de la bomba a altas revoluciones, el desgaste de sus componentes se reduce considerablemente, lo cual implica que su vida útil es más larga.
    Conviene recordar este principio: si reduce a la mitad la velocidad de rotación de la bomba, divide por 4 las pérdidas de carga y divide por 8 su consumo. Como ejemplo de comparación el consumo entre una bomba clásica y una bomba de velocidad variable para una piscina de 8 m x 4 m x 1,5 m = 48 m3 con un período de filtración de abril a octubre (coste del kW/h = 0,15 €), la bomba de velocidad fija clásica con funcionamiento intermitente (11 h/día) supone 287,44 €/año; mientras que la bomba de velocidad variable con funcionamiento continuo (24 horas al día) supone 65,75 €/año. En este caso, se constata un ahorro de energía del 77%.
  • Utilizar limpiafondos eléctricos. Si se utiliza de 1 a 2 horas semanales durante unas 20 semanas, debería consumir entre 6 y 12 kWh por temporada, es decir, entre 1 y 2 €. Además, estos equipos no consumen agua.
  • Iluminación led o de bajo consumo. Los proyectores led consumen de promedio 10 veces menos que un proyector tradicional de 300 W. Su bajo consumo eléctrico los convierte en el mejor aliado para los baños nocturnos. El siguiente cálculo ayuda a determinar el consumo anual, sabiendo que el tiempo de funcionamiento estimado de un proyector es de 50 horas por temporada: consumo en vatios (30 vatios) x número de horas de uso/semana x número de semanas x precio del kW.
  • Calentar el agua mediante sistemas más ecológicos. Algunos ejemplos son: calentar la piscina con un calentador solar de agua; calentar la piscina con paneles solares; uso de esteras solares o esteras de EDPM para calentar la piscina; calentar la piscina con una bomba de calor; y calentar la piscina utilizando la radiación solar en la playa de la piscina. El principal inconveniente de los sistemas de calefacción de gas o fueloil es su baja eficiencia. Estos sistemas de calefacción requieren 5 kW de energía para generar 1 kW de calor, mientras que para una bomba de calor es al revés.
    En cuanto a las bombas de calor, mejor si son de tecnología inverter, pues ajusta los consumos energéticos de estos equipos mediante la subida rápida de la temperatura y el mantenimiento de la temperatura con una potencia reducida. Esta regulación, en función de las condiciones exteriores, permite ahorrar hasta un 30%. En la operación de una bomba de calor de piscina, conviene saber que esta bomba de calor utiliza electricidad para extraer calor del aire exterior y distribuirlo en el agua. Las bombas de calor no generan calor por sí mismas. Por lo tanto, las bombas de calor dependen de la temperatura exterior y son eficientes siempre que la temperatura sea superior a 10 °C, pues generan hasta 5 kW de calor por 1 kW de energía.

Las soluciones sostenibles en una piscina son, a largo plazo, mucho más eficientes que las tradicionales, ya que permiten ahorrar agua, electricidad y producto químico, mejorando a la vez las condiciones y la calidad del agua

Optimizar el consumo de productos químicos

Finalmente, para la optimización del consumo de productos químicos en una piscina se proponen las siguientes soluciones:

  • Cubrir la piscina. Al evitar la entrada en la piscina de contaminantes, principalmente de tipo orgánico, también se reducirá la cantidad de productos químicos a utilizar una vez se reabra la piscina para su uso.
  • No vaciar la piscina. Una correcta hibernación de la piscina evitará mayor consumo de producto químico en la puesta a punto de la misma.
  • Utilizar mejores medios filtrantes. El vidrio es el medio filtrante más respetuoso con el medio ambiente. Fabricado a partir de vidrio reciclado, se convierte en un excelente medio filtrante. Presenta importantes ventajas respeto a los otros materiales: es más permeable, elimina partículas finas, se conserva más limpio, no se degrada con el paso del tiempo y requiere menos cantidad de carga para el filtro. Además, no requiere reemplazarlo, dura para siempre.
  • Mantenimiento habitual y periódico de los accesorios previos al sistema de filtración: limpieza de skimmers,, cestillos de la bomba, prefiltros, etc.
  • Sistemas de desinfección. Existen varios sistemas de desinfección más sostenibles que el uso directo de productos químicos como:
  • Desinfección ultravioleta. La luz ultravioleta (UV) es una alternativa real al uso de productos químicos para la desinfección del agua. Los equipos de radiación ultravioleta hacen pasar el agua ya filtrada por una cámara estanca, donde se la irradia con luz ultravioleta. La desinfección UV consigue reducir hasta un 75% de la tasa de cloro combinado (cloramina). Destruye los microorganismos (algas, bacterias, hongos y virus).
  • Cloración salina. Los cloradores salinos producen el cloro directamente en el agua a tratar mediante electrólisis. Esto supone que el usuario no tiene que aportar el cloro a la piscina, pues lo hace el clorador salino. Actualmente, también existen equipos que combinan estos dos sistemas de desinfección: la electrólisis y la radiación UV.
  • Oxígeno activo. El oxígeno activo para piscinas es un desinfectante alternativo al cloro que permite un tratamiento efectivo del agua, manteniéndola al mismo tiempo libre de algas y de turbiedad. Es un producto incoloro, inodoro e inocuo, no irrita ni la piel ni los ojos, pero es muy volátil.
  • Ozono. El ozono es un agente desinfectante muy efectivo que puede sustituir el uso de cloro o bromo en la piscina. Entre otros aspectos, el ozono reduce drásticamente el olor en la piscina, actúa contra las cloraminas o trihalometanos (eliminando los problemas respiratorios y ojos rojos en la piscina). Además de ser un agente de desinfección, el ozono actúa como agente de coagulación, lo que aumenta la eficiencia del filtro de arena.
  • Piscinas naturales. Una piscina natural es una piscina que utiliza sistemas de depuración naturales (plantas, etc.) en vez de químicos (cloro) o físicos (UV). Estas plantas ayudan a oxigenar y eliminar los nutrientes que podrían permitir que se propaguen las algas y otros microorganismos no deseables. Normalmente, en una piscina natural la zona de nado y juegos representa el 80% de la lámina de agua y la zona de filtración, el 20%. La piscina naturalizada adquiere un alto valor estético mediante el uso de plantas y otros materiales naturales como piedras o guijarros. En las piscinas naturales el agua se mantiene limpia, cristalina y saludable únicamente por procesos naturales.

Conclusión

Como puede apreciarse, existen múltiples recomendaciones para que tener una piscina lo más sostenible posible. Algunas de estas recomendaciones son fáciles de implementar, mientras que otras, sobre todo aquellas de mayor carácter tecnológico o cambio de procesos, requieren de un mayor esfuerzo económico. Por ello, la sostenibilidad de una piscina debe empezar en el primer momento de su concepción. Calcular las medidas, ubicación y uso de la instalación es fundamental para atender a su hidráulica posterior. Así mismo, el diseño y la arquitectura sostenible no solo está en el tratamiento de la propia piscina y sus equipos, sino también en el uso de materiales ecológicos y reciclables (pavimentos, iluminación, mobiliarios de exterior…). Por último, y también en el caso de reformar o mejorar una piscina ya existente, se debe apostar por equipos para que la piscina se mantenga en óptimas condiciones con el menor esfuerzo, tanto físico como económico (optimizar los sistemas de filtración, uso de bombas de velocidad variable, tratar el agua con productos naturales, iluminación led, uso de cubiertas, garantizar la estanqueidad del revestimiento…). En definitiva, las soluciones sostenibles son, en el largo plazo, mucho más eficientes que las tradicionales, ya que permiten ahorrar agua, electricidad y producto químico, mejorando a la vez las condiciones y calidad del agua.

Para más información:

Edicar Plásticos, S.L. – Cefil Pool
Pol. Ind. Jundiz – C/ Jundiz, 12
01015 Vitoria-Gasteiz (Álava)
Tel.: 945 290 060
renove@cefilpool.com
www.cefilpool.com
www.aseppi.es


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