glu3 socorristas en piscinas públicas

La importancia de la seguridad y los socorristas en las piscinas públicas

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Por: Mª Ángeles Valls, CEO de Glu Sirenas

Allá por el 1960, el Ministerio de la Gobernación publicó la primera normativa referente a la figura de un profesional encargado de velar por la seguridad de los bañistas en piscinas públicas. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica el ahogamiento como un problema de salud grave desatendido, siendo la principal causa de mortalidad entre niños de 5 a 14 años. Según registros de esta entidad, cada año se ahogan más de 372.000 personas en el mundo, siendo la tercera causa de muerte no intencional. Además, las personas con diversidad intelectual son un colectivo con alto riesgo de ahogamiento, mientras que el 6,5% de los escolares mayores de 12 años no saben nadar, según un estudio de la Federación Madrileña de Salvamento y Socorrismo (FMSS). Ante todos estos datos… ¿alguien duda de la importancia y el valor de la figura del socorrista en las piscinas públicas? Por si acaso, vamos a recordarlo.

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La Constitución Española de 1978 deja claro a lo largo de todo su articulado que el derecho a la vida, la salud y la integridad física es un bien que todos tenemos obligación de proteger (artículos 15, 39, 40, 43 y otros). En una piscina, el socorrista es el primer interviniente, ese primer eslabón en la cadena de supervivencia. Es el encargado de realizar una primera valoración y alertar a los servicios de emergencias. Pues del socorrista va a depender la vida de muchas personas. Pero… ¿qué es exactamente un socorrista, qué habilidades debe tener y qué papel juega en una instalación acuática pública?

Un socorrista es aquella persona especialmente preparada, con técnicas o habilidades, incluyendo titulación oficial, capaz de resolver una situación de emergencia producida en el medio acuático, incluida la aplicación de los primeros auxilios. Es también el profesional que se encarga de velar por la seguridad y vigilancia de todos los usuarios en piscinas e instalaciones acuáticas, tanto dentro del agua como fuera.

Su función principal es prevenir situaciones de riesgo y, en caso de actuar, intervenir de forma eficaz y con calma ante un accidente o situación de emergencia y ser capaz de practicar los primeros auxilios. La formación y preparación del socorrista acuático incluye: conocimientos teóricos-prácticos, dominio del medio acuático, tener una condición física idónea, dominar conocimientos teórico-prácticos y poseer valores humanos imprescindibles en salvamento y socorrismo.

El socorrista posee recursos para prevenir accidentes, formas de reconocer las señales de peligro y técnicas de vigilancia, métodos de establecer la prioridad en posibles accidentes, técnicas y materiales necesarios para efectuar los rescates, para diagnosticar el estado del accidentado o para efectuar los primeros auxilios. El socorrista debe tener seguridad en sí mismo, aceptación de capacidades y limitaciones, responsabilidad y voluntad de servicio.

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El socorrista también se ocupa de explicar a los usuarios los factores relacionados con la seguridad en piscinas que pueden estar presentes en la conducta de los mismos y suponer un peligro para ellos y para el resto de bañistas. Es más, el socorrista es la máxima autoridad presente cuando policía o cuerpos de seguridad no estén presentes en el recinto.

Para prevenir accidentes o situaciones de emergencia en instalaciones acuáticas, el socorrista revisa la instalación y los materiales específicos de forma periódica, comprobando la aplicación de la normativa, identificando deficiencias y proponiendo a los responsables de la instalación las medidas necesarias para su solución.

Teniendo en cuenta que el socorrista es la primera persona en atender los accidentes que ocurran en el recinto de la piscina, el nivel de formación y experiencia del profesional se considera fundamental en su capacitación para cumplir rigurosamente con los protocolos de actuación.

Existe una creciente necesidad de profesionales debido al número de ahogados que se producen todos los años. Pero se debe poner especial interés en la necesidad de formación y actualización de conocimientos, técnicas y materiales de salvamento de este profesional, siendo beneficiario directo el propio socorrista y beneficiario indirecto el propio usuario. Si bien la función preventiva y disuasoria de los socorristas es una de las medidas más efectivas para disminuir el número de muertes y accidentes en piscinas, su actuación es fundamental. De ahí que se ponga en valor. Porque… los ahogamientos se pueden prevenir.

Para más información:

Glu Sirenas – Glu SOS
Tel.: 617 039 885
socorrismo@glusirenas.com
www.glusirenas.com


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